Facundo Gallo y Jorge Otamendi se decidieron a realizar documentales y, hace poco tiempo, se cumplió el sueño de sus vidas: fueron a filmar para National Geographic. La historia de sus comienzos y su camino como documentalistas. Revista Andar Extremo n° 50
por Marcos Ferrer, entrevista a Facundo Gallo y Jorge Otamendi, fotos Facundo Gallo y Jorge Otamendi
Cómo empezaron en el mundo de los documentales?
Jorge: en mi caso arrancó de tanto ver documentales de naturaleza, era lo único que veía. Inicié sacando fotos y estuve como 15 años. Primero, como hobbie y después, como trabajo. Muchos de ellos involucraban naturaleza, pero la mayoría no, como nos pasa hoy con la filmación, pero a mí era lo que más me gustaba
Se acuerdan de los primeros trabajos?
Jorge: No eran laburos, eran mis viajes para sacar fotos de insectos que después me los metía literalmente en el orto. Fotografías que después de contemplar horas y horas, las guardaba. Creo que nunca vendí una foto de un insecto, pero me fascinaba. Eso se fue traduciendo en paisajes, y el día que empecé a colocar alguna foto de naturaleza me dediqué a la fotografía en sí, más por la comercial, yendo a algún evento y apuntando siempre a hacer documentales. El primer trabajo fue una carrera de aventuras en Misiones de A2 Racing.
Facu: Cuando era chico nos juntábamos con mi familia a ver los documentales “La Aventura del Hombre”. Desde ese momento supe que quería trabajar como fotógrafo. Siempre soñaba con National Geographic, y a medida que fui creciendo, me metí en el sistema. Estudié administración de empresas unos años y no iba ni para atrás ni para adelante. A los 22 estudié fotografía, hice la carrera, y desde el primer día que empecé decía que era fotógrafo de naturaleza …y sacaba en la ciudad. Fue mi sueño de muchos años poder llegar a donde estamos.
Tienen en mente los primeros trabajos fotográficos?
Jorge: Siempre que viajaba decía que iba a haber una foto que valga ese viaje. Un yacaré comiendo una palometa…esa fue una foto que me marcó mucho cuando arranqué. Fue en los Esteros del Iberá y estuve tres días para hacer esa toma. Una de unos árboles llena de cuervos que me la tatué, también.
Facu: tengo una foto de dos caballos jugando en la montaña en el Chaltén. Un caballo blanco y un caballo negro, parados en dos patas, con el Fitz Roy de fondo, lleno de flores blancas el piso. Inconscientemente me fui acercando, me tiré en el piso… sabía que eran fotones. Cuando me levanté tenía doscientas o trescientas espinas. Como estaba de mochilero y tenía tiempo, me las fui sacando de a poco.
Ya laburaban juntos?
Jorge: No!!! Hace 4 años que laburamos en conjunto.
A partir de ese momento, ¿Cómo se fueron adaptando ustedes y las familias a estos trabajos?
Jorge: Mi mujer me apoyó siempre. No es fácil viajar tanto. Hubo años que viajé mucho. El laburo para National Geographic fueron 20 días sin poder comunicarnos, sin hablar con mis hijos. Pero me acompañan un montón. A mi hijo lo llevé a laburar a Fiambalá con 6 años, a dormir en carpa. A mi hija, que ahora tiene 12, la llevé a los 6 a trabajar a Misiones. Son fanáticos de la naturaleza, muy parecidos a mí!!!
Facu: soy soltero, no tengo ese problema, pero a mi viejo que es escribano cuando le dije que quería trabajar de fotógrafo de naturaleza me dijo: – te vas a cagar de hambre, pero hacé lo que quieras. Te apoyo!!!. Me regaló mi primer cámara y también un lente. Al principio usé una cámara de él, una Cannon Reflex AE1, hace como unos 20 años. Luego, fue Cannon 10D, después una 5D, la 5D Mark II, la Mark III, y ahora tengo la 5D Mark IV.
“Cada vez que me voy de la ciudad, es una alegría. Cuando me voy lejos de este quilombo, me conecto con el planeta”
Vos con qué equipo arrancaste?
Jorge: Arranqué con una Cannon AE1, luego con una RebelX. Yo no estudié fotografía. Tiraba como 15 fotos para lograr lo que quería y como era con rollo, anotaba la velocidad, la obturación diafragma… se hacía imposible. Tenías que estudiar antes. Cuando salió la digital, se pasó del estudio a la prueba y error. Si bien está bueno estudiar, te facilita mucho el poder sacar 2000 fotos de una.
Cuándo se pasaron de la fotografía al documental?
Facu: Mi vieja me decía hace muchos años que tenía que estudiar cine, que tenía que filmar y yo le decía: “¿cómo voy a hacer dos cosas al mismo tiempo: fotos y filmación?”. Si la hubiese escuchado, habría arrancado antes una Maestría en Dirección de fotografía y tendría una base más fuerte. Estudio bastante día a día. Me compré la Cannon Mark III hace unos 5 años, y empecé a hacer videos. El clic me lo hizo ver un amigo Daniel Wagner. Trabajé mucho con él y aprendí de mis errores dando un giro de 180° en la fotografía. Luego, comencé a filmar
Jorge: Yo arranqué unos meses después de Facu. Todo lo que dijo él de Dani, yo lo digo de Facu, porque me pasaba el aprendizaje. Muy gracioso fue porque nosotros nos asociamos unos años atrás para trabajar como fotógrafos y yo le dije: -Facu, como artistas todo muy bien pero la parte administrativa no la maneja ninguno. Cuando pasamos a video necesitábamos contratar a alguien que nos ordene. Igual ahora estamos sin nadie jajaj (risas)
Cuál fue el momento de su carrera hasta ahora?
Facu: Acá vamos a coincidir los dos: fue el sueño de nuestra vida trabajar para National Geographic, y lograr hacerlo fue tocar el cielo con las manos. Viajamos a Península Mitre y realmente fue uno de los mejores viajes, no por estar trabajando para esta empresa sino porque fue una cabalgata épica de tres días atravesando acantilados, playas, con unos paisajes cambiantes cada quince minutos, con un clima muy hostil. Nevaba, llovía, granizaba, salía el sol, salía el arco iris… días largos de 20 hrs, noches de 4. Mucho frío.
Jorge: Íbamos a buscar un barco hundido con arqueólogos de Estados Unidos y toda la bajada de línea de National Geographic. Aprobaron nuestro perfil desde Washington. Aprendimos un montón. Pensá que el equipo con el que fuimos era grandísimo: 20 caballos, 11 días sin bañarnos, tomando agua de lluvia, 13 días en una estancia con helicópteros que traían combustible, buceando. Alucinante.
Cómo fue la previa?
Facu: Un amigo de Jorge tenía un conocido en NatGeo y nos pidió una reunión al ver nuestro Instagram. Fuimos y le dijimos que era nuestro sueño. Tienen un montón de canales, es una empresa muy grande.
Jorge: Flor, una amiga, nos acompañó. Estuvimos una hora mostrando nuestros trabajos, el de Estancia de Iberá, entre otros.
Vieron el video final del documental o no salió todavía?
Jorge: Lo que pasaba con el laburo final dependía si se encontraba el barco o no. Era más noticia si se encontraba. Se encontraron un montón de cosas pero lo más importante eran unos cañones que estaban abajo del agua justo pegado a la costa. Las olas hacían imposible verlo. Trajeron un magnetómetro de Estados Unidos para detectar el hierro debajo del agua. Por debajo, detectaron por unos 70 metros todos los caños pero no se podían ver. Sí hallaron balas de cañón, piedras. El barco se llamaba Purísima Concepción de España, e iba con unas 300 personas. En esa época que se asesinaban a todos los indios, ellos sociabilizan con los aborígenes y los ayudan con árboles nativos para volver al Río de la Plata.
Facu: Dolores Elklin fue la arqueóloga que presentó el proyecto y nos tuvo en cuenta. Vino con nosotros y consiguió que National Geographic le dedique tiempo a esta expedición. Ella tenía la bitácora del barco, donde encalló donde reconstruyeron el barco. Con eso fue más fácil y al no poder encontrarlo, la historia que nosotros hicimos fue chiquita, fue una noticia de color y no un documental. El documental lo hacemos nosotros.
Cuáles son los mejores momentos en su trabajo?
Facu: fogones en la selva, en el desierto, en la montaña, imágenes a la vía láctea, a las estrellas… son los mejores momentos.
Jorge: Cada vez que me voy de la ciudad es una alegría. Cuando me voy lejos de este quilombo, me conecto con el planeta.
Buscar una buena imagen de animales es difícil?
Jorge: Nosotros hacemos caminatas y vamos viendo lo que se cruzan. Hay que dedicarle mucho tiempo, días o semanas y gratuitamente hoy no podemos, tenemos que trabajar. Lo que hacemos es ir a un trabajo, y quedamos unos días más juntando imágenes para intentar venderlo o material para hacer un documental para nosotros. Tenemos muchas ganas de que la gente vea lo que hacemos para que empiece a valorar la naturaleza, para que avancen, para que la cuiden, que conserven, que no ensucien, que evolucionen para el lado bueno.
Facu: Tendríamos que apoyarnos para poder ayudar a mejorar el medio ambiente y la sociedad en general. Siempre encontramos gente como nosotros y nos unimos. Nos gusta la gente apasionada que la pelee. Laburamos para National Geographic, YPF, presidencia, pero la vivimos peleando como todos.
Jorge: Cuando arrancamos con la filmación, un tiempo después nos comunicamos con nuestra competencia e hicimos un asado. Nos hicimos amigos. Armamos un grupo alucinante y compartimos trabajos. Ya no somos competencia.
Qué trabajo hicieron últimamente?
Facu: Te cuento la historia que me pasó. Fuimos a filmar un comercial a Caviahue. Me subí a una montaña, me acosté en una piedra sagrada, y uno de los asistentes sacó un palo clavado de la piedra sagrada y lo dejó por allí. Terminé de sacar fotos del atardecer, y empecé a joder con el palo. Cuando arranqué a bajar me empecé a sentir mareado y al llegar a la base, vino una productora y me preguntó si estaba bien porque estaba pálido. Enseguida vomité y me recuperé un poco. Al rato digo me voy a hacer un time laps (secuencia de fotos de varias horas) de las estrellas saliendo por el horizonte. Puse dos cámaras, una saliendo de la vía láctea y otra cayendo vía láctea por el horizonte. Con dos asistentes puse una cámara para un lado y otra para el otro, con un intervalómetro que saca una fotos los primeros 20 segundos, saca la foto siguiente, chequeamos todo, y siguió automáticamente sacando. Al otro día temprano, fuimos vamos a sacar fotos al amanecer y previamente vamos a chequear las cámaras. Una seguía sacando, y cuando me acerqué a la otra, estaba apagada. No estaba sin batería, sino que la perilla en off. Recordaba perfecto el momento de control y protocolo de chequeo.
Llegamos abajo y Jorge no me creía la historia. Durante 11 minutos la cámara sacó fotos y luego algo la apagó. Lo más loco fue que llegué a Buenos Aires, le pedí las imágenes de la otra cámara a mi colega, que habíamos visto las fotos del cielo y jodiendo con el palo y cuando llegó, se le habían borrado todas. Algo dijo jodiste arriba ahora te jodiste abajo.
“Tenemos muchas ganas de que la gente vea lo que hacemos para que empiece a valorar la naturaleza, para que avancen, para que la cuiden, que conserven, que no ensucien, que evolucionen para el lado bueno”
Agradecimientos
Facu: a mi familia, a mi vieja por apoyarme y a Jorge, mi gran amigo y compañero de aventuras en estos 4 años de trabajo
Jorge: A mi familia, a mis hijos, a mi mujer que es fundamental que acompañe la familia y a Facu que se banca frío y montañas.
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