Montañismo

JULIAN WEICH SUMMIT ACONCAGUA

agosto 16, 2018 — by Andar Extremo

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Montañismo

JULIAN WEICH SUMMIT ACONCAGUA

agosto 16, 2018 — by Andar Extremo

El 3 de marzo a las 19:15, Julián Weich y tres personas más: los guías Ulises Corvalán, Guillermo Fuentes y el rugbier Ezequiel Baraja, hicieron cumbre en Aconcagua, llegaron a los 6960 msnm, dentro de la expedición Summit 2018. En una charla con el conductor, nos relató cómo fue su experiencia. Nota de la revista Andar Extremo n° 50

Entrevista a Julian Weich por Andar Extremo, fotos Summit Aconcagua

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Cómo te iniciás en el deporte aventura?
Arranqué de chiquito, haciendo rugby. Luego hice buceo a los 14, yudo como 7 años, luego de grande, capoeira. Siempre me gustaron los deportes. Aprendí a esquiar y empecé con las carreras en el año 2000, cuando Sebastián Tagle me invitó a correr una Eco Peugeot. Me entrenó él mismo para ir a esta carrera en Cataratas, y fueron dos días de competencia. Así le empecé a tomar el gustito a todo lo que sean maratones y carreras de aventura. Más tarde, en el año 2008, me plantean hacer una expedición al Cerro Aconcagua para un programa de televisión. Yo había hecho el Cruce de los Andes, y surgió la propuesta para un documental. Se armó un equipo de 5 participantes que eran elegidos por algún motivo, y en el 2008 me faltaron 300 metros para llegar a la cumbre. Luego de muchos años, surgió esta posibilidad de hacerlo en beneficio de la Fundación Baccigalupo.

Habías hecho algo del 2008 hasta ahora?
No aventura, pero siempre algún deporte hice. En 2012, atravesé a caballo los Andes por donde cruzó San Martín. Cada vez que me tocó prepararme para la montaña, siempre lo hice con un plan de entrenamiento. A cada objetivo importante que se me presentó, ya sea una carrera, el cruce de los Andes, o lo que sea, siempre hubo un entrenamiento responsable.

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Quién fue la cabeza pensante de esta expedición?
La idea fue de Matías Gutiérrez Moyano que, al principio, tenía fundamentado promocionar el deporte como idea principal para que los chicos no sean tan sedentarios. Quería promover la vida sana. Nos acoplamos pensando en hacerlo a beneficio, y así fue como elegimos la fundación Baccigalupo, que promueve el deporte para los chicos con discapacidad. Empezamos a formar un grupo que incluyera deportistas y personas con discapacidades, y esto dio muy buenos resultados ya que juntamos 1.300.000 pesos. Finalmente, el grupo lo armó Matías que no pudo viajar porque se fracturó el tobillo, 15 días antes de la escalada, y vinieron: Fabricio Oberto, Paula Pareto, Silvio Velo (integrante de los murciélagos), Peter Czanyo, Elisa Forti, entre otros. El equipo que se armó fue muy bueno y quedamos ligado efectivamente.

Lo hacés por un fin social o te gusta la montaña?
Me encanta la vida sana, el campamento, la naturaleza… cuando lo hago a beneficio de otro, me cierra más hacerlo. Si hay un componente social, le veo más sentido. A mí me gusta hacerlo con un sentido social y no hacerlo porque me gusta ir al Aconcagua. Pero paradójicamente, cuando estás en la montaña no podés pensar en otra cosa más que en vos. Tenés que estar bien, tenes que agotar todos los recursos para mantenerte vivo, sano, y estar fuerte para continuar todos los días.

Cómo fue el itinerario?
Salimos de Penitentes, hicimos el primer campamento en Confluencia, Plaza de Mulas, un cerro que se llama Bonete, que tiene unos 5000 metros. Después Piedras Conway, que está a unos 4750 msnm, luego Plaza Canadá, porteamos y volvimos. El último campamento que hicimos fue Cólera, y a las 4 de la mañana salimos para la cumbre. Nos llevó como 15 días.

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Cómo fue el ataque a la cumbre?
Despertamos a las 4 de la mañana y a las 5 estábamos saliendo el torero, la nutricionista, Ezequiel Baraja «el espartano», y yo, más cuatro guías. A las dos horas, el torero y la nutricionista abandonaron porque sólo le quedaban energías para bajar. Con Ezequiel veníamos no muy bien, pero pudimos seguir. En un momento él se descompuso, pero con la ayuda de los guías continuó. Al final hicimos cumbre nosotros y los dos guías Guillermo Fuentes y Ulises Corvalán. A las 19 h estábamos pisando la cumbre. Lo más loco, fue que me agarró ataxia a 300 metros de la cumbre, en el mismo lugar que la vez anterior. No fue tan grave, tenía un poco más de resto. Cuando perdía el equilibrio y me iba hacia un lado, pegaban un tirón de la cuerda, me acomodaba, y continuábamos. Llegué atado.

Qué sentiste en la cumbre?
La ataxia me hacía estar como borracho, no tenía mucha adrenalina. Estaba cansado y lo único que pensaba mi cabeza era cómo estar bien. Nadie me podía ayudar. El desafío ahí era poder estar parado y saber que después tenía que bajar. No salté de alegría, no abracé la cruz… lo único que tenía en la cabeza era bajar. Bajamos atados y fue lo más duro de todo porque tardamos 5 horas en llegar a Plaza de Mulas, de noche, con linternas en la frente y luna llena. Finalmente llegamos a las 12 de la noche al campamento totalmente destruidos y me tiré a dormir porque estaba sumamente agotado. Al otro día, más tranquilo, caminamos 28 kilómetros hasta Penitentes haciendo cálculos estimativos: uno camina como 112 kilómetros, haciendo los porteros y las cimas de prueba.

Qué te decía tu familia?
En el 2008 había tenido una mala experiencia, porque los sistemas de comunicación no eran tan buenos, y en el transcurso de la expedición no sabía nada mi mujer. Pero en este 2018 fue muy importante la empresa que nos llevó, en este caso fue Grajales, sumamente responsable, que continuamente brindaba su apoyo. Los servicios son excelentes, por ejemplo, hasta en Plaza de Mulas tuvimos estufa adentro de la carpa y wifi, e íbamos mandando a la familias los pormenores de la expedición. Es más, mi mujer tiene el audio del momento de cumbre.

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Cómo ves a las nuevas generaciones en cuanto a deportes y movimiento?
Me preocupa el sedentarismo. Mis hijos y los hijos ajenos, los jóvenes y los niños, están mucho tiempo expuestos a las pantallas y se perdió la cultura de subir al árbol, andar en bicicleta, en skate. No digo que no esté buena la tecnología, pero hay que mecharla con deporte. Nosotros cuando hicimos Aconcagua, uno de los fundamentos era promocionar el deporte, y en esa expedición, me crucé con un montón de personas que eligieron ser montañista porque habían visto el programa de expedición del 2008.

Por qué crees que creció tanto el deporte aventura?
Yo creo que creció por la necesidad de la gente, porque quiere estar bien. No alcanza conectar la televisión, el teléfono o la computadora, ahí tenés un entretenimiento provisorio y no te da felicidad. Hacer deporte en la naturaleza o correr una carrera, genera endorfinas, cosa que los medios electrónicos no generan.

Agradecimientos
Quiero agradecer a la empresa Grajales porque trabaja muy bien, con mucha dedicación y profesionalidad. Para hacer Aconcagua es importante conseguir un buen guía, una buena empresa, no escatimar en gastos. Más allá de llegar o no a la cumbre, la idea es no pasarla mal, ir tranquilo.

TOMA CONCIENCIA
Hace 4 años decidimos, con mi mujer y un grupo de amigos, juntar dinero para organizaciones no gubernamentales, sin la necesidad de hacer un evento. Creamos un agua llamada “Conciencia”, y el lema es “tomá conciencia”. Ahora la volvimos a lanzar, y estamos ayudando a 4 ONG: Techo, Ruta 40, Hospital de niños y Fundación Huésped.
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