Relato Nadia Heinrich
Fotos marcos Ferrer
Cuando nos despertamos se escuchaba el sonido de la lluvia, así que tratando de imaginar lo que nos esperaba y después de cargar todo en el auto, comenzamos el viaje. Al llegar a Belgrano, nos encontramos con el Quilmes Way y armamos un cuartel general. Luego de la entrada en calor y la charla técnica, se largó a toda furia. La punta de la carrera se alejó rápidamente y el barro se hizo esperar, pero llego cuando nos sumergimos hasta la cintura en el arroyo.
Al entrar al circuito de XC, cambió el ritmo del running pero el suelo estaba resbaladizo y ya sufría en pensar cómo iba a ser transitarlo en bici. Al cruzar el rio, la carrera fue más cómoda pero el terreno estaba húmedo y pesado, por lo que las piernas se fueron desgastando. Al entrar en las vías, la vegetación se encargó de terminar con lo que quedaba. El cambio de escenario parecía no llegar más.
Cerca de los 12 km apareció la ciudad y la tan ansiada transición. Parte del Quilmes Way nos alentaba y registraba fotográficamente nuestro arribo. Acomodada en la bicicleta, intenté recuperar tiempo hasta que entramos nuevamente al circuito de XC y Cross. El barro cubría la transmisión y dificultaba pasar los cambios. Finalmente y con mucho esfuerzo, salí al camino abierto para tratar de mejorar el ritmo.
El recorrido era exigente pero entretenido. Pude superar algunos competidores pero aún no tenía certeza de mi posición en la carrera, aunque estaba conforme con el ritmo que llevaba.
Nuevamente me encontré transitando las vías pero esta vez en dos ruedas y, aunque se ponía difícil, sabía que estaba a poco del arco de llegada. Aceleré al dejar atrás la abundante vegetación, y entré a toda velocidad al parque cerrado donde nuevamente me animaban mis compañeros. Inmediatamente, salí corriendo a culminar mi primer Max Race en solitario, ya que había participado de otras ediciones pero en modalidad equipo.
Una rápida desembarrada, y comenzó la entrega de premios. Gratamente sorprendida, me di cuenta que había quedado en el segundo puesto de la categoría y me vi compartiendo el escalón con mi compañero de aventuras, que también estaba segundo en la suya. Aún faltaba la clasificación general, que terminó siendo idéntica, redondeando un muy buen resultado en tan dura experiencia.