101 km (CCC) Courmayeur, Italia a Charmonix, Francia
Por Andar Extremo
fotos Vanina Darino
Cuándo comenzás a correr?
Soy de Bolívar, y en la escuela teníamos atletismo. A los 12 años nos empezaron a hacer el Test de Cooper, y me fascinaba, así que mi papá me acompañaba en el auto, y yo corría en el campo una hora, netamente por placer. Cuando llegué a La Plata para estudiar, ya tenía a mi hija Brenda, y retomé recién en el año 1995. En ese momento practicaba 8 o 10 kilómetros. En el 2007 ingresé al grupo de Santiago Achucarro y allí inicié las competencias. En 2009 hice el Cruce Columbia y distancias de 27 km como Adventure Race. En 2011 empecé con las ultra, le señalé a mi profe que quería hacer 84 km de Patagonia Run y me dijo: –vos estas re loca, hiciste sólo maratones de calle y querés hacer un ultra en la montaña? Y bueno, me anoté, y gracias a Sebastián Pascuas que me dio mucha confianza, la corrí. Había tenido distenciones en la rodilla, periostitis tibial crónica y empecé con el gimnasio. Cuando llegué a lo de Seba, en 20 días desapareció todo, y me cambió el plan de entrenamiento. El crecimiento fue notable. Ese mismo año corrí los 100 km de Tilcara.
Te metiste de lleno en la actividad…
Sí, de lleno, pero siempre lo hice por hobby. Soy una aficionada total. Tengo trabajo, familia grande, y mis hijos son la prioridad. Hago el esfuerzo, busco el momento, pero no me desvío de mi vida. No puedo decir: me voy a entrenar el fin de semana a Tandil, o viajo tantas veces por año a la montaña o a la sierra. Tengo que acompañar a los chicos, que hacen deporte. Siempre estoy al lado de ellos los fines de semana. Entreno a conciencia dentro de mis tiempos y posibilidades. De martes a domingo corro y hago dos días de gimnasio. Mi objetivo no es ganar porque la cabeza me juega en contra. Me mato entrenando para ir a las carreras, dejar todo, y no sufrir. Me gusta disfrutar.
Cómo fue ese primer ultra de 84 km en 2011?
Increíble. Fui mentalizada e hice mucha logística. Tenía todo pautado: cuándo comer, cuándo tomar, cuándo parar… fui demasiado pendiente del reloj. Eran muchas horas de noche y para mí era algo nuevo. Sabía que mi carrera empezaba a la mitad, a unas 6 horas y pico. La última parte fue un poco más fácil, aunque ya venía medio agotada. Cuando miré el GPS y vi 42 km, le empecé a dar con todo. Lo que nos pasa a los que entrenamos en el llano, es que tenemos la ventaja de correr mucho, y en subida pueden pasarme, pero en bajada el ritmo es buenísimo. Entré tercera en la categoría y cuarta en la general, y en Tilcara el mismo año, llegué primera. En ese evento no sabía cómo iba, eran 200 personas pero terminamos sólo 25. Estábamos a 4000 metros. La gente llegaba descompuesta. Recién en la llegada me enteré de la posición.
Cómo te hidratás y alimentás en carreras tan largas?
En general no como, me cae muy mal. En la mayoría de las carreras que participé, o hace exceso de calor o muchísimo frío y si como me descompongo, tengo que ir al baño todo el tiempo, y me genera deshidratación. En el 2012 fui a ver a Jorge Roi porque al entrenar 6 o 7 veces por semana, necesitaba suplementarme. Empecé a prepararme batidos proteicos con carbohidratos, aminoácidos, etc. Eso suplió la comida. Cuando tengo una carrera, según la altimetría o los kilómetros, preparo bolsitas que van en la mochila y dicen: tramo 1, tramo2, etc. Tienen sales, proteínas, hidratos, aminoácidos y vitaminas. Si no hay mucha amplitud térmica, puedo llegar a comer unas gomitas o un puñado de frutas secas, alimentos livianos. También puedo tomar alguna sopa.
Cómo llegas a participar en Mont Blanc?
En 2011 cuando corrí mi primer ultra trail, me dijeron que había una carrera épica en Mont Blanc y la empezamos a ver y sumar puntos. Sabíamos que era dura y mientras sumábamos, nos preparábamos. En el 2012, me faltaron dos puntos porque corrí carreras y no pude terminar ninguna, en una me apune y en la otra me cortaron en un Pc. Llegué con los puntos para 2015, pero un mes antes tuve una bacteria que se llama fiebre reumática y por riesgo cardíaco el médico me dijo:- no podés correr. Seguí sumando puntos, pero como no llegaba este año a los 160 km, hice 100 km.
Cómo viviste estar en la carrera de Trail más importante del mundo?
Te juro que lloré, porque una vez que llegué con los puntos tenía que salir sorteada. Imagináte que de 15000 corredores sólo iban a correr 2500. Únicamente de pensarlo me emociono. Fue muy importante el apoyo familiar. Brenda y Hernán, mis hijos, se anotaron en los 15 km, y el más chico, Matías, se anotó allá.
Cómo es la organización en este tipo de carreras?
Yo ya había corrido un Trail en Canarias que también auspiciaba North Face, y es increíble. La organización está en todo, no sólo con los corredores sino también con los que acompañan. La gente desde acá te puede seguir y saber el minuto a minuto por las redes sociales. Es impecable. En Mont Blanc trasladaban a los acompañantes para que vean a los corredores. Hay unos micritos que todo el tiempo te van llevando. Este año agregaron videos y después te envían las imágenes de la largada y de los puestos.
Las largadas de las categorías eran en diferentes lugares?
Según la distancia. Si corrés 160 km (UTMB) iniciás en Chamonix y llegás a Chamonix, es la vuelta entera. Todas las carreras terminan ahí. Los 101 km (CCC) salís de Courmayeur, los 56 km (OCC) en Orciéres, los 119 km (TDS) también en Courmayeur y los 290 km (PTL) en Chamonix.
Cómo fue esa largada?
Te acomodan según los puntos ITRA que sumaste. Yo estaba en el primer bloque de atrás, con mi familia. Fue muy emocionante. En un momento me dejaron, la música empezó a sonar fuerte, y me movilizó saber lo que luché para ir…me pasaban mil cosas por la cabeza, no paraba de llorar. Me costó mucho estar allí. Una vez que salí del pueblo, a uno dos kilómetros, logré largar el aire y la angustia emotiva, y conecté con la carrera.
En los puestos de abastecimiento tenías ropa de recambio?
Había un puesto al que podías mandar tu equipo a los 55 km. Yo recién me cambié en el kilómetro 70, porque venía muy mojada. Me puse pantalón obligatorio y buzo. Los elementos que había que llevar eran: campera rompeviento de 10000 columnas de agua, otra finita, pantalón impermeable, remera térmica manga larga, un botiquín con teyping y alimento. Yo corro con mochilas Ride Ligth y también llevo dos linterna con doble batería cada una, dos Petzl foto lumínicas. Tardé 21 hrs y al estar oscuro, lloviendo, me consumí las baterías enseguida. En el kilómetro 70 cuando me asistieron, venía de correr 15 km bajo el agua, congelada y a punto de hipotermia. La señora del puesto dejó pasar a toda mi familia. Los 4 me cambiaban, me daban de tomar en la boca, me hacían comer chocolate y queso, y lo toleré, no me di cuenta que comí. Matías me ponía la linterna… me sentía en boxes. Me enteré de todo por un video. Cuando lo miro, lloro.
Cómo fue ese encuentro con tu familia?
En el primer puesto que te podían ver era el km 55, luego en el 70, después en el 84 y en la llegada. Sabía que por la logística de la carrera, iba a llegar al km 55 entre las 19 y las 21 hrs pero llegué dos horas antes de lo planificado. Como me seguían por la aplicación, sabían cómo venía. En todos los puestos Matías me esperaba 2 km antes, y me acompañaba. Me tiraba posición, kilómetros, altimetría. Fue un asistente de lujo. Una vez que llegaban los demás, me ayudaban. Tomaba una sopa caliente, me acomodaba y salía rápido. Cuanto más rápido te acomodás, más tiempo ganás.
Cómo te reaccionaba el cuerpo con tantos kilómetros?
Hasta el km 55 iba bárbara, a los 70 la pasé bien, después me empezó a molestar la espalda. Las piernas siempre bien pero del bastoneo me dolía hasta la piel.
Cuándo supiste que eras la primer argentina en llegar?
En el km 84 los chicos me lo dijeron, alguien desde Argentina se los había mandado por mensaje. Eso me motivó, pero como iba con lo último intentaba mantenerme. Cuando llegué, lo confirmé. Fue un alegrón total. Éramos 40, y entré tercera: 2 hombres y yo.
Cómo fue la llegada?
Matías me esperó 4 km antes. Venía muy mal, haciendo arcadas, ya no me bancaba los batidos. Él me decía lo que me faltaban porque ya no me funcionaba ni el GPS. Venía caminando mucho. Cuando empezamos a entrar en el pueblo, me emocioné y arranqué a correr el último kilómetro. Aunque era de madrugada, había un montón de gente saludando a los corredores. La llegada fue terrible. Estaban mis hijos, mi esposo…no me salía ni llorar por el agotamiento. Fueron secuencias en mi cabeza. Después, en el hotel, me relajé y lloré como loca. Los mensajes, la gente acompañando, mi familia desde acá… todo muy emotivo.
Fue un punto de inflexión esta carrera?
Después de esta carrera empecé a bajar distancias. Me quiero sentir más relajada, no buscar ni puntos ni sorteo, acompañar a mis amigos o a mis hijos. Era mi máxima aspiración esta carrera. En mi casa empecé a correr, y ahora la mayoría del núcleo familiar corre, nunca lo voy a dejar de hacer. Te da bienestar, conexión, liberación, felicidad.
Qué zapatillas usás?
Compito con Salomon Slab Sense, entreno con Adidas Response Trail, en calle las Adidas Maraton 10 y las Asics Noosa
Agradecimientos
A mi familia que me banca, mis profes que me dan la seguridad: Santiago Achucarro y Sebastián Pascuas, a Jorge Roi por guiarme en la alimentación, a mis amigos de acá, a los de Bolívar, Bariloche, España y Francia, que están pendientes y son mi orgullo.
“Nunca voy a dejar de correr, te da bienestar, conexión, liberación, felicidad”