Por Andar Extremo, entrevista a Michel Guiilemot
Fotos gentileza FAI
Cómo te inicias en el mundo del parapente?
Vuelo desde los 11 años, ahora tengo 31. Nací en Tandil, provincia de Buenos Aires, y cuando era chico mi viejo se vino a vivir a La Cumbre, Córdoba. En uno de los viajes que lo vine a visitar, fui a Cuchi Corral que es la meca del parapente en Argentina. Está a unos 15 km del centro de la cumbre y forma parte del valle de Río Pinto. Fui como cualquier turista. Tenía 9 años en ese entonces, y vi unos parapentes volando, entonces lo volví loco a mi papá para que me llevara a un vuelo biplaza. Me llevaron, y desde ese momento no me importó nada más, sólo quería volar. Iba a la escuela mirando el cielo por la ventana del transporte a ver si estaba lindo para que, cuando saliera, alguien me llevara. Cuchi Corral tiene un desnivel de 400 metros y una altura de 1100 msnm. En ese lugar, se vuela hace como 30 años y se pude llegar a los 4000 metros de altura. Creo que a nivel mundial es el despegue más conocido de Argentina. A los 10 años hice el curso y a los 11 ya volaba solo. Fui la primera persona de tan pequeña en volar en parapente y uno de los más chicos del mundo.
Vuela mucha gente en Cuchi Corral?
Por día volarán 15 pilotos, y los fines de semana tenés 200 personas mirando. De hecho, las dos actividades turísticas que tiene la cumbre son el parapente y el golf
Qué decían tus padres al verte volar tan pequeño?
Ellos me apoyaron desde el principio, principalmente mi madre que ya no está, falleció hace 3 años, y fue mi principal motor. Necesité desde un principio de su apoyo, primero para que me dejen hacer la actividad teniendo que hacer una autorización legal, firmada ante escribano, porque ningún instructor quería tomar esa responsabilidad, y segundo, por una cuestión económica. Terminé haciendo mi primer vuelo con Pablo Duich en Iquique, Chile, el 25 de julio de 1997 a las 9:15 de la mañana. Ahora, ya cumplí 20 años de vuelo. Inicié en un lugar que tiene condiciones inmejorables, se despega en unas dunas de arena con brisa de mar, bien laminara, uno de los mejores lugares del mundo para aprender. Aún hoy, después de tantos años, mi padre no va a los campeonatos porque le da miedo. Incluso ahora, que estoy entre los mejores 10 del mundo y gané muchísimos campeonatos argentinos me dice:- si fueras chico y te tuviera que dejar volar, no lo haría.
Qué pensaban tus compañeros del colegio al verte volar?
Era muy gracioso, porque en la escuela entraba a las 8 de la mañana y salía a las 5 de la tarde, y mientras que los nenes tomaban la merienda o jugaban con los jueguitos, yo iba al aeroclub a inflar el parapente o le pedía a mi papá que me llevara rápido a Cuchi Corral a ver si podía hacer algún vuelo. Lo pude empezar a compartir después. Cuando tenía 14 años llevé a mi primer pasajero que fue Hernán Vacola, y que era piloto de parapente. Era raro, yo escuchaba a la mayoría de los padres de mis amigos que decían que mis padres estaban locos, pero entendía que así como a algunos les gustaba jugar al fútbol o al tenis, a mí me gustaba volar. Este deporte me dio la posibilidad de conocer un montón de lugares en el mundo y buena gente, que es lo que te nutre también.
“Si bien compito profesionalmente, para mí no deja de ser un juego, no me vuelvo loco por competir, lo disfruto, la esencia es aprender, compartir y pasarla bien”
Qué pasó por tu cabeza en el primer vuelo solo?
Fui a Iquique con mi mamá, y el instructor me dijo que vaya con mi equipo, que iba a ver cómo inflaba el parapente y, si estaba en condiciones, me hacía volar. Ya venía hacía un año haciendo el curso de parapente en la cumbre y aquí no se animaban a que vuele solo, por eso fue la decisión de ir a Chile. Cuando llegué, inflé el parapente tranquilo, ya que practicaba continuamente. Mientras tenía el parapente inflado, me tenía agarrado y de repente me dijo:- estás seguros que querés volar?. Yo le dije:- sí!. Me acompañó hasta el borde de la montaña, y salí. Desde allí me siguió por la radio, transmitiéndome tranquilidad. El primer vuelo es muy básico, es más que nada despegue y planeo recto hacia delante. En el aterrizaje me esperaba otro instructor que me iba guiando porque era difícil de calcular. Día tras día hice distintos vuelos y fue una sensación tremenda. Estaba volando solo, dependía de mí porque allí mis papás no me podían decir nada, ninguno sabía volar…me sentía muy independiente. Cuando aterrice en el primer vuelo, pensé cómo llegar lo más rápido al despegue, para hacerlo de nuevo.
A partir de allí, cómo fuiste evolucionando en el deporte?
Para evolucionar tuve que juntar horas de vuelo y hacerlos firmar por un instructor. Cuando fui a Iquique, lugar en el que por las condiciones climáticas se puede volar todos los días, junté en 15 días más de 30 vuelos, necesarios para rendir la licencia que te acredita a ser piloto principiante. Seguí juntando más horas, y volando lo que más podía en Córdoba. A los 18 años, empecé a competir pero mucho no me gustaba, y me incliné hacia la acrobacia, y también competí. En acrobacia tenés que hacer un listado de pruebas y cada una de ellas tiene un coeficiente de dificultad. Hay un jurado de 5 personas que te ponen puntaje. Son 5 notas, la más alta y la más baja se sacan, y cuentan las del medio. Se hace siempre arriba de un espejo de agua por seguridad, pero no me convencía porque no lo veía tan seguro como creía, y le empecé a tomar el gustito por la modalidad que compito hoy: el Cross country. En ella, llegué a estar primero en el ranking argentino, con 21 años. Me alejé como medio año del vuelo, y después me dediqué seriamente a competir en copas del mundo y eventos nacionales. Acá, hay 4 fechas de campeonato argentino por año, ahora estoy primero.
Cuáles son las maniobras que se hacen en las diferentes modalidades?
En acrobacia la maniobra más vistosa es el helicóptero: media ala vuela hacia adelante y la mitad hacia atrás, giramos en nuestro propio eje. Se hace looping, donde se pasa sobre el parapente. Hay una maniobra que se llama infinit y pasa el parapente desde atrás hacia adelante como saltando la soga, y pasa por arriba y por abajo. Los que se usan en acrobacia son parapentes más chicos que en Cross country, tienen mucha más carga alar, y anclajes reforzados que aguantan el doble, unos 200 kilos. En Orgaña, España, entrenan los mejores pilotos del mundo, es un lugar donde se sube muy rápido imagináte que tenés que recuperar rápido porque si subís 1000 con 5 maniobras descendés como 500 metros. Cross country, lo que hago ahora, son carreras en el aire. En el último mundial se juntaron más de 150 pilotos de 45 países diferentes. Hacés una reunión en el despegue, y allí te entrás al circuito. Vas con el GPS y te proveen de seguimiento satelital, así corroboran si cumpliste el circuito. El que lo completa más rápido, gana y tiene 1000 puntos, y el último tiene 100 puntos. Son circuitos de entre 60 y 100 km de distancia, a un promedio de vuelo de entre 30 y 40 km/h. Todos despegan a las 12 del mediodía, pero la carrera larga a la 13. Te dan 3 o 4 puntos de giro que tienen un radio de mil metros, hasta que llegás a un gol, que es una línea visible como de 200 metros en un descampado. Hay que tratar de completar la prueba en el menor tiempo posible y siempre teniendo en cuenta que al no tener motor, uno pierde mucho tiempo en subir. En un vuelo de estos capaz que agarrás 20 o 30 térmicas y subidos unos 2000 metros, y te alcanza para hacer unos 15 km, después tenés que subir de vuelta, donde encontrás las mejores térmicas para subir más rápido. Así avanzás más velozmente, y tratás de ganar. También existe mucha estrategia entre los equipos, es como el ciclismo de ruta, uno se escapa y se exige más, y el pelotón lo agarra de vuelta. Es lo mimos, capaz uno se escapa pero como el clima no es apto, baja mucho y el grupo lo alcanza hasta que faltan 10 km y el que mejor posicionado es el que busca ganar la prueba. El mundial dura varios días.
Cómo es la estructura del mundial que corriste en Italia?
El mundial son 12 días de competencias, con 11 pruebas válidas y allí se juegan más cosas: el desgaste físico, la presión…no hay ningún piloto preparado para volar 4 o 5 horas por día sin parar durante tantas jornadas. Por eso es importante ir al gimnasio todos los días y salir a correr, hay que estar en forma. Aunque no es un deporte tan físico, con los días te empezás a cansar y perdés atención. Eso es peligroso.
Cuando volás, llevás raciones de comida e hidratación?
Comida no, sí llevo una bolsa hidrante de un litro y medio. Estoy sentado, y tengo muy poco desgaste físico,un poco de tensión abdominal porque voy medio recostado hacia atrás con los pies hacia delante, entonces hago un trabajo isométrico con las abdominales. Las manos van arriba del hombro, que capaz sufre un poco. En el vuelo, tomo un trago de agua cada media hora y una vez que aterrizo, como bien.
Cuándo comenzás a competir internacionalmente?
Fue medio en simultaneo con las competencias nacionales. Cuando vi que me gustó, conseguí puntuación para correr afuera. En ese momento no era como voy ahora, buscando un resultado, corría para ganar experiencia y aprender. Al principio no sabía mucho, de 120 pilotos entraba 70. A los 21 empecé a competir afuera, fue una pre copa del mundo en Portugal y luego una copa del mundo en Francia. Fui a un abierto de Chile y saqué un segundo puesto. Las copas del mundo son 5 fechas por año. Antes tenías que hacer todo el circuito y eran fechas en Europa y una en Brasil. Era muy costoso, son muchos días de competencia en cada una. Después cambió, pusieron las mismas fechas, y al final de la temporada hay una final. No necesitás ir a todas, sólo con que en alguna termines entre los primeros 30, te clasificás. Este año, la final se hace en Colombia en un lugar que se llama Roldanillo. Esta nueva modalidad nos permite a nosotros, que estamos lejos de Europa, ser más competitivos. Hay dos campeonatos: la Copa del Mundo PWC (Paradlagin Worl Cup) y el Mundial de Parapente que organiza la FAI, también un panamericano para nosotros, y un campeonato europeo. El de la FAI se hace cada dos años y el PWC se hace todos los años. Ahí está la elite del parapente. No es tan fácil llegar, únicamente fuimos a correr al mundial los primeros 4 del ranking argentino, entre unos 2500 pilotos. Que vuelan, aproximadamente hay 10000 entre parapente y paramotor. Fui con Martín Romero, Francisco Mantaras y Hernan Pitocco. El vuelo libre es lo más lindo y disfrutable, a mí me gusta competir, pero la esencial es justamente lo que te dice la palabra: volar para pasarla bien y compartir con amigos, que es lo más lindo que tiene este deporte.
“solo fuimos a correr al mundial los primeros 4 del ranking argentino entre unos 2500 pilotos”
Quién costea los gastos de ir a un mundial?
Siempre me banqué los gastos. Al principio mis padres, luego yo. Ahora, gracias a la nueva comisión argentina de la Federación Argentina de Vuelo Libre, se ha conseguido mucho. Para este mundial, obtuvieron los pasajes a través de la indumentaria Mura, y también tuvimos apoyo de Córdoba Deporte y de nuestro club el ACAP (Asociación Cordobesa de Ala Delta y Parapente). Esta selección fue netamente cordobesa. Es un deporte amateur, hay pocos pilotos en el mundo que viven de la competencia.
Cuánto entrenas por día?
Entre gimnasio y aeróbico dos horas por día, y después con respecto a los vuelos, no soy de los pilotos que más vuela porque yo tengo una idea diferente a la mayoría. A mi volar por volar no me da nada, para mí es muy buen entrenamiento ir a un campeonato, sea alto o bajo el nivel. Levantarme un día lindo y volar por volar no me devuelve nada, porque nos sé si lo hice bien o no, no tengo con quien comparar. Si me junto con 3 o 4, y hacemos una prueba, así si me sirve. Vuelo muy poco en cuanto a horas. Cuando tengo ganas, voy y disfruto. Si tengo que probar algún equipo vuelo 2 o 3 horas, pero más que nada trabajo en la parte física y mental. Soy un convencido de que lo que te hace cambiar como piloto en la competición, es lo mental por eso veo más redituable ir a un psicólogo del deporte. También me ayuda mucho Martin Romero, uno de los compañeros de selección que fue deportista de alto rendimiento. Él corría carreras de aventura y ganó en varias oportunidades el tetra de Chapelco. Me da mucho resultado, gané las dos fechas del campeonato argentino, en el mundial terminé entre los mejores 10, gané el abierto argentino, y estoy primero en la liga… no me esperaba tener un año así.
Cómo se define el puesto en un mundial al ser tantos días?
Se define todo el último día. Cuando empezó el campeonato en los primeros días, estaba entre los primeros 20. Me fue bien y llegue al puesto 15, después caí al puesto 25. Tuve una manga en un día de vuelo que terminé 4, me puse 7 y sólo quedaba un día de competencia. Hay un sistema que es difícil de explicar, pero es un descarte del 25%, o sea que de 12 días que volás, descartas el 25%, cuentan 9 días, y te sacan los 3 peores. En realidad no venía con vuelos malos. Al faltar un vuelo, había muchas posibilidades de quedar en el top ten a pesar de que estaban apretados los puntos. Quedé 9, pero podría haber quedado en lugar 5 o 20. Hubo mucha incertidumbre, tuvimos que espera hasta el final para los resultados. Un compañero había ojeado las listas y me vio pero no quiso decir nada porque no era oficial. Cuando lo dijeron, me largué a llora. Llamé a mi señora Yanina, que me banca en todas, a la familia, amigos… después de haberle dedicado a la actividad tantas horas, tantos años…Fue una sensación fuertísima
Cómo vive tu familia la actividad?
Mi mujer me apoya en todo. Tengo una nena de dos años y medio. Cuando fui al mundial estaba casi de 8 meses de embarazo, y yo compitiendo en Europa, en Italia. Ella me conoció volando en parapente y sabe que es mi pasión. Me respeta, me apoya y me alienta. Cuando me va mal, la primera persona que llamo es a ella y siempre me dice que sea positivo, que voy a mejorar… es una genia. Mi hija me extraña, pero todavía no se da cuenta de todo. Antes de irme, le hice el vuelo de bautismo y se quedó dormida. Tengo un arnés para niños, Nicole se tomó la mamadera y se durmió con el arnés puesto…aún no pudo volar, pero ya lo va hacer. Araceli nació hace muy poquito.
Qué queda a futuro?
Vienen dos copas del mundo, una en Brasil y otra en Ecuador. Vamos a ver qué puedo hacer. Ya estoy clasificado, y pre inscripto en las dos. Quiero ganar una final en Colombia. Acá en el país quedan dos fechas: una en La Rioja y otra en Tucumán. Como ya gané las dos primeras, quiero ser campeón argentino. El año que viene tenemos el Panamericano con la selección argentina. Si bien compito profesionalmente, para mí el parapente no deja de ser un juego. No vivo del parapente, lo hago porque me gusta y mi prioridad es mi familia. No me vuelvo loco por competir, lo disfruto, la esencia es aprender, compartir y pasarla bien.
Qué haces para vivir?
Administro un geriátrico y una servicio de emergencias con mis suegros en Capilla del Monte. A ellos les agradezco porque me ayudan cuando tengo que viajar. Falto muchos días en las competencias, y se portan más que bien conmigo. También me gusta correr en auto, pero eso es otro hobby.
Nunca intentaste a realizar algún récord de distancia?
No, me gusta competir. Tengo un amigo brasilero Rafael Saladini que tiene el récord de distancia 564 km en 11 horas y media de vuelo.
Agradecimientos
En primer lugar a mi mujer y a mis hijas, a mis viejos, a mis suegros, a la Federación Argentina de Vuelo Libre al club ACAP, a indumentaria Mura y CBAX y a vos por hacerme la nota.