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MDQ para Todo El Mundo, Entrevista a Eugenio y Culini 2005

mayo 6, 2020 — by Andar Extremo

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MDQ para Todo El Mundo, Entrevista a Eugenio y Culini 2005

mayo 6, 2020 — by Andar Extremo

En el año 1989 comenzaron con un programa de cable en Mar del Plata, para difundir los deportes que les gustaban, sin siquiera imaginarse hasta donde podían llegar. En 2005 con la revista Andares antecesora de Andar Extremo le hicimos una nota, donde entre risas y anécdotas nos contaban su historia.

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¿Qué actividades hacían antes de hacer TV, es decir, cuál era su sustento y cuáles sus actividades de esparcimiento?

Eugenio: Arrancá Culini!
Culini:
En realidad ninguno de los dos tuvo mucho (risas)
Eugenio: Las actividades eran las mismas que ahora, con la diferencia que ahora las televisamos. Era viajar, tratar de conocer el mundo, tratar de vivir experiencias como todo surfista. Te viene del alma, cosas que te hacen sentir que estás vivo, es lo mismo que hacemos ahora pero con una camarita en la mano.
Culini:
En realidad nos juntamos a hacer el programa que me propuso Eugenio. Él arrancó unos años antes. El espíritu del primer programa y el del día de hoy es el mismo, básicamente la espina dorsal del programa es la misma.
Cuando Eugenio me lo propuso era porque los dos viajábamos, teníamos la pasión por viajar y buscar. No disponíamos de plata como para hacer viajes de vacaciones, sino que era la aventura de conocer. Eso a nivel gustos. Cuando Eugenio me propone hacer MDQ, empezamos a hacer lo mismo que hacíamos pero filmando, básicamente la misma historia. A nivel trabajo, antes de hacer las filmaciones, tratábamos de traer cosas del exterior, si las tablas estaban baratas traíamos tablas y las vendíamos, así podíamos seguir viajando.
Eugenio: En realidad, en un momento el sustento eran nuestros padres y desde que pudimos empezar a hacer eso que dice Culini, llegar a un lugar de viaje donde las cosas eran baratas para venderlas acá y poder volver a viajar. Era viajar como mochilero tal como viaja un surfista, sin nada más que una tabla, poco peso, poca plata y tratar de ganar con el viaje al regreso. Imaginate que Bali o cualquier otro lugar, en esa época, era una cosa regalada para el cambio y comprar por ejemplo máscaras de madera que salían $1 o $2 y acá las vendíamos a $200. Pagabas el pasaje y podías llegar a sacar una diferencia, era como un trabajo más que placentero.
Culini:
Eso en los viajes. Acá trabajábamos en changas, yo trabajé en la barra de un boliche un tiempo.
Eugenio: Sí, hasta que se lo llevaron mamado! (risas)
Culini:
Laburé un tiempo nomás, y luego trataba de hacer changas. Si cerraba una farmacia y le sobraban cepillos de dientes -un ejemplo que pasó- salía a vender los cepillos de dientes. Así tenía disponibilidad de tiempo y podía seguir haciendo lo que más me gusta que es el surf.

¿Cómo fue desarrollándose el programa?
Eugenio: Cuando empezamos en el cable poníamos ganas, garra y plata para hacer el programa y además teníamos que vivir! Me acuerdo cuando me pude comprar la primer cámara -en cuotas- tenía que ir a filmar cumpleaños de 15 para poder pagar el espacio que el cable te vende, si no pagábamos te levantaban el programa. Entonces teníamos que salir a filmar fiestas de 15. Me acuerdo que teníamos un farolito con un pedalín de moto, ese era el reflector. Lo asocié a Culini para filmar las fiestas y de golpe… vi en el medio del vals todo sombra y a Culini con el farolito en la mano conversando con una mina.
Culini:
Le arruiné la fiesta! (risas)
Eugenio: La idea de hacer un programa en TV, fue básicamente tratar de vivir de lo que nos gustaba, de disfrutar del deporte que practicaba y que más disfruto. Antes de hacer el programa fabricaba parafina, accesorios para tablas, manos anfibias, manos de ranas, pitas -correas de las tablas-, trataba de rebuscármela pero siempre ligado al deporte que amaba y que amo.

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¿Se imaginaron alguna vez que iban a estar en televisión abierta con tanta audiencia? ¿Era ese el objetivo o se fueron dando las cosas…?
Eugenio: Mirá, al principio, en realidad, no pensábamos que podía llegar a trascender más allá de los límites de un cable local de Mar del Plata. Eran 400 abonados y 200 enganchados, entre los que también nos encontrábamos nosotros, o sea que éramos 601.
La idea era ponerle MDQ Surf, que era el nombre original y no Mar del Plata Surf, porque MDQ es la sigla aeronáutica, la sigla I.A.T.A con la que se conoce Mar del Plata en el exterior. Bueno, obviamente que nadie sabía que MDQ era Mar del Plata. Después fue conocida por el programa y de tanto machacar que MDQ es la sigla de Mar del Plata, poco a poco se fue dando a conocer. Al principio decías MDQ Surf y nadie decía que era de Mar del Plata y esa fue en parte la idea, no ponerle el nombre de la ciudad porque si algún día llegábamos a romper la barrera del cable y podíamos llegar a Necohcea, a Miramar o a cualquier otra ciudad vecina evitaríamos que la gente diga: ¡Ah, es un programa localista, que lo único que hace es hablar de Mar del Plata! Pero nunca, nunca soñamos llegar a tanto, no soñamos con salir en un canal de aire local, mucho menos salir por la cadena de cable a nivel nacional y ni hablar cuando entramos en Canal 9 -en esos momentos Azul Televisión-, no lo podíamos creer, y mucho menos en el 2001 cuando entramos en canal 13 y todavía no lo podemos creer. Seguimos viviendo un gran sueño… hasta el día que se aviven, tal vez nos despierten y nos digan: ¡Hey! ¿Hey! ¿Televisión? ¿Qué 13? Vayan a laburar, que se tienen que despertar (risas)
Culini:
Sobre todo, también, el hecho de poder hacerlo en familia. Somos 4 hermanos que estamos viviendo en Mar del Plata, los 4 estamos trabajando a fondo. Está mi hermana que hace los guiones, “chicho” edita y musicaliza en general el programa, nosotros editamos los viajes y mi vieja -por supuesto- que está ahí dirigiendo la batuta. Es un placer. Es una especie de milagro, si lo planeás y decís: por favor que salgan las cosas así, creo que no llegás a pedir tanto. Si te ponés a pensar, realmente es algo totalmente atípico, que no existe, trabajar en familia, entre todos, haciendo un programa que realmente nos gusta… no es lo que nos toca de turno.
Eugenio: Sobre todo la posibilidad de trabajar con nuestra madre en un país donde a los 40 años te consideran viejo no? Te ven como una persona descartable, que no tenés nada para ofrecer. Creo que esto la hace sentir más que viva, a los 73 años poder estar de co-conductora, de conductora o de líder de la batuta en un programa que mira gente joven y de diferentes edades, no sólo la hace sentir viva, se siente súper llena, se siente joven, sino que también le demuestra a la gente que a partir de los 73 años o de los 80, si tenés ganas podés hacer algo. Claro que tenés que tener suerte, pero demuestra que una persona de 70 años no es vieja no es descartable. La esperanza está para todos, no es ni fue millonaria, ni es la hija de Susana Giménez ni de Mirtha Legrand, no es ninguna famosa que digas: ¡bueno tuvo el camino más fácil!

¿Actualmente, en sus vidas fuera de la TV, practican surf? ¿Con qué frecuencia?
Culini: Yo sí y Eugenio también, los dos. Ahora trabajamos bastante…
Eugenio: Estamos ahora en plena edición de los viajes, es muy lindo hacer el programa, es lindo viajar y conocer el mundo. Pero de golpe tiene su tiempo de post-producción y estando al aire, esos tiempos te privan de poder hacer cosas que hacías, no todo es color de rosas… la gente te dice: ¡Yo los envidio, lo único que hacen es viajar! Y no, también nos sentamos a editar. Como MDQ es artesanal, aunque da la imagen que no, es muy artesanal y lleva tiempo. Cuando viajamos somos nuestros propios camarógrafos, no llevamos guionistas ni nada, los viajes los hacemos a capela y con una camarita de mano y después cuando volvemos lo editamos nosotros, porque nadie mejor que el que viajó para poder recopilar y sacar extractos de cada una de las partes del viaje.
Culini:
Y seguimos surfeando también…
Eugenio: En los viajes surfeamos también… cuando vamos a lugares de olas. Por ejemplo ahora estuvimos en Panamá, en Boca de Toro y ahí aprovechamos para meternos y disfrutar del mar y siempre que queda un hueco, por supuesto, es bueno mojar las escamas.

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¿Surfean a nivel deportivo, o sólo por gusto?
Eugenio: No competimos ahora, lo hacemos por placer. Culini en su momento compitió y ganó varios campeonatos, yo en su viejo momento también competí… En el ‘91 salí campeón argentino con 30 años, justo había venido de un viaje de Hawai y estaba en un buen estado para lo que era el nivel nacional en ese momento. Obviamente que ya no podría competir porque de 4 personas, saldría último y barrenando. Aquel era un momento en que se necesitaba gente que se inscriba en las competencias, nunca me interesó la competencia, sino que me gustó el deporte por el deporte y el practicar surf, no con un tiempo y horario para meterte al agua a una serie de 20’ o una de 15’, y cuando estás en lo mejor de la serie tenés que salir porque tiene que entrar el próximo grupo. En ese momento competía porque se necesitaba gente para difundir un poco los torneos y bueno… siempre estuve dispuesto a colaborar con el crecimiento del surf argentino.
Y Culini a pesar de que compitió durante un tiempo y ganó varios campeonatos es un excelente surfista, decilo vos dale…
Culini: ¡No, no, para! (risas)
Eugenio:
Es un excelente surfista de buenas olas, yo lo he visto correr -más allá que sea mi hermano- olas muy grandes en Puerto Escondido o en Indonesia. Y más allá de los campeonatos, que a veces no denotan un nivel de competencia sino una suerte de momento, de haber recibido la mejor ola que te puede jugar a favor o en contra el nerviosismo que puedas o puedan tener tus competidores…. Surfear libremente, el Free Surf, Culini realmente es uno de los tipos que admiro como surfea, porque…
Culini: Parece mi hermano… (risas)
Eugenio:
No, de verdad, yo como lo critico a veces, le digo la verdad también.
Culini: Sí, surfear es una pasión de siempre.

Cambiando de tema… la televisión es un medio masivo que les habrá permitido conocer un montón de personas. ¿Qué anécdotas recuerdan?
Eugenio: Por ejemplo cuando hacíamos cable en Mar del Plata, lo contactamos a Jaime Torres, nos hicimos amigos, vino a casa, y después yo fui a ver la Pacha Mama a Jujuy. Son esas cosas que colaboran a sentirte afortunado por hacer este laburo, conocés gente valiosa. Así como en el medio hay gente que realmente mejor tirarla que encontrarla, gente que se cree Dios porque trascendió la barrera de aparecer en la caja boba, hay gente muy valiosa y no mediática como Jaime Torres, que es un ejemplo, es alguien que siempre quise conocer.

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¿Cuándo salen de vacaciones suelen ir a lugares convencionales o siempre tienen ese espíritu que los conduce a lugares alternativos y poco conocidos?
Culini: Cuando tenemos algo de vacaciones, por lo general, yo me quedo en Mar del Plata, como viajamos bastante con el programa, me quedo acá para también surfear y curtir un poco la ciudad, los amigos y la familia. Y sino viajes de surf, de olas…
Eugenio: Yo tengo hijos, Culini es soltero no tiene hijos, viene zafando. Yo me casé joven, a los 38 (risas), tuve una nena que hace poquito mostré en un programa, ya tengo dos…
Culini:
Parece que va a ser generacional MDQ! No? Ojalá!…
Eugenio: Y con mis hijos… bueno, no he tenido la suerte de tener el privilegio o el tiempo y el dinero para tomarme vacaciones adonde me gustaría ir con ellos, pero no serían los mismos destinos que hago con Culini porque sinceramente son lugares que no convienen. Meterte en una tribu de los Masais o Los Hadzsave o ir al Tinku, en Bolivia, son lugares muy peligrosos de verdad. Más allá que nosotros viajamos y conocemos, nos damos cuenta del verdadero peligro que existen en estos lugares porque entrás pero no sabés si salís. Más allá de que algún deporte no sé, como el paracaidismo o el vuelo acrobático, es más la apariencia de riesgo que las probabilidades de riesgo real, sabés que no te va a pasar nada. Pero lo otro es jodido, hay malaria y te pueden clavar un flechazo o una lanza envenenada si te consideran amenaza. O Algún animal suelto, hay leones. Les digo la verdad, nos metimos en lugares jodidos, sufriría si me metería con mi familia, no estría tranquilo sabiendo el riesgo que están corriendo.
Bueno, generalmente voy con Culini y viene zafando, no sé cómo hacer para que se lo coman los Gíbaros!
Culini:
¡Yerba mala nunca muere! (risas)

¿Los viajes los idean ustedes para el programa?
Eugenio: Lo vamos plasmando nosotros a medida de lo que tengamos ganas o la necesidad interna de querer conocer, después viene todo un proceso de tratar de conseguir el canje para que se haga realidad el sueño y por suerte esto de estar en TV abierta nos facilita un poco. Pero bueno, que haya interés de cualquier agencia o de una empresa aérea, y dicen: huy! a mi me interesaría que me pongan la placa al final… y seguimos con el famoso canje, tirando para poder llegar. Nos dan los pasajes y de ahí movilizate cómo puedas… bien se sabe somos surfistas, seguimos siendo surfistas de espíritu también y cada vez que viajamos, viajamos con nada más que lo necesario. Llevamos cassettes, baterías, cargador de baterías, la tabla -si hay olas- y una pequeña mochila con ropa.
Culini: En realidad me copia todo lo que vengo diciendo yo! Le paso la letra y el habla! (risas)
Nada, ambicionamos poco, eso está también en cada persona. Hay gente que por ahí dice: bueno mi meta es ir a un lugar donde haya un súper hotel, con una habitación inmejorable, con playas para no hacer nada… la elección está en cada uno, a mí, personalmente con poco de lo que es material me conformo, con muy poco, lo que busco es más que nada hacer una actividad en el lugar donde me encuentre, como surf o snowboard, que también me gusta mucho, pero principalmente surf. Y de ahí una cabaña o un igloo lo que sea. Soy bastante feliz con eso.
Eugenio:
Por suerte y gracias Dios los lugares más copados del mundo no tienen precio elevado. De golpe parar en una choza frente al mar en Indonesia puede salir un dólar y te da la posibilidad de estar frente a la mejor ola de Indonesia con un plato de comida asegurado que es parte del pago, que es parte de lo que estás haciendo, y un colchón, y un mosquitero para que no te piquen los mosquitos. Y si iría a dormir a algún lugar que vale U$s 100, no duermo en toda la noche y me la paso chupando la baldosa para amortizar el precio que pagué, porque sería demasiada plata para dormir nada más.

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¿Qué viaje les gustó más y por qué?
Culini: Como exótico me llamó la atención -de asombrarme más que nada-, en realidad no sé si tanto la geografía del lugar como lo que encontramos ahí. Hace poco fuimos a ver la pelea de Bolivia, el Tinku, no es lugar para ir a descansar, obviamente, pero como llamativo o sorprendente lo mejor fue esto. Después las tribus de África me impactaron mucho, Indonesia me pareció un paraíso increíble, de conjuntos, de cosas que me gustan, olas, playas, calor, buena onda, la gente es increíble por religión. Todo depende a qué vayas, pero todos estos lugares me llamaron la atención.
Eugenio:
A mí particularmente, me abrió la cabeza la India…
Culini: Le tiró un piedrazo una india… (risas)
Eugenio:
…y me hizo ver cosas que pensaba que no podían existir. Básicamente todos los viajes tienen algo particular que te hacen crecer a nivel espiritual. Si vas a la India o a un lugar donde hay budismo o religiones diferentes como en África -como dice Culini- formas de vida totalmente diferentes a las nuestras nos hacen ver que podés pensar de una manera diferente a los demás, no? Por ejemplo, en el Ganges la gente tiene una filosofía de vida totalmente diferente a la nuestra, en África uno puede decir que la gente es primitiva pero en realidad el primitivo es uno que no sabe adaptarse a la situación del verdadero mundo, del mundo que nos rodea. Eso te abre la cabeza para decir quién es el que tiene la verdad y de qué? Cuál es la filosofía a seguir? Pero bueno, no hay quién tenga la razón sino cada uno se forma su propia razón acomodada para poder insertarse en una sociedad y que te sea más fácil.
Culini:
A mí, geográficamente, sabés que me impactó? Las cataratas del Iguazú, que no las conocía y las conocí hace poco. Es impresionante, es imponente toda el agua ¡jfu! ¡jfu! ¡jfu! cayendo, y encima están acá, en Argentina, es un orgullo tenerlas.
Eugenio:
Argentina es alucinante, la gente acá también es alucinante. Los lugares en el mundo que tienen la suerte de tener un lugar como las cataratas están invadidos por millones de turistas y acá es como que recién empieza. Por suerte empieza, y que se conozca todo lo bueno de Argentina y no sólo las cosas malas que pasan y pasaron.

¿Cómo acompaña la familia la actividad que desarrollan?
Culini: La relación es súper, es tal como se ve, imaginate que estamos todo el día trabajando con el programa, todos juntos, y si no te llevás bien o no tenés un amor especial por la familia se te hace muy difícil, y para nosotros es un placer. Estamos en un mismo bote remando con ganas y disfrutando del viaje, no es que decimos: “tenemos que llegar a tal meta…”, sólo vamos, no sabemos para dónde, pero es un viaje que venimos disfrutamos porque nos llevamos más que bien. Y bueno, después está Eugenio con su esposa y sus hijos. En cuanto a mi vieja, lo de hacer deportes extremos o viajes peligrosos, no quiere saber nada, en realidad no le interesa, si le contamos escucha pero nosotros tampoco le queremos contar o bien lo ve directamente al aire. Y si le preguntan dice: “Yo me encomiendo a Dios, ellos hacen lo que le gusta. Para mí es un placer”. Si te ponés a pensar es así, si te pasa algo es porque te tenía que pasar, porque te puede pasar bajando de un colectivo, subiendo una escalera, etc… cualquier cosa. Es así, de un segundo para el otro puede cambiar todo, pero mientras lo vas haciendo lo disfrutás y es lo que realmente querés hacer y podés considerarte un privilegiado.
Eugenio: Adhiero a lo que dijo Culini, que comparto totalmente, lo que ocurre con mi nueva familia, la familia que elegí, a partir de la familia que estoy orgulloso de tener.
Culini:
…a partir de la que le tocó, que no sabe como sacársela de encima, es como dice el dicho: “Los amigos los elegís y la familia te toca (risas)
Eugenio: Con mi familia, además de mi familia de apellido, comparto un montón de cosas, les gusta verme bien, verme feliz, ver que puedo vivir experiencias que después las comparto con ellos, si bien no les cuento absolutamente nada cuando voy a asumir un riesgo. Llamo por teléfono y les digo: “¿Cómo andan? Los amo”, ¿Dónde estás?- me preguntan- ¿Qué estás por hacer? Y esa es la despedida…
Culini:
Con el cocodrilo al lado… (risas)
Eugenio:bueno, bueno nos vemos si Dios quiere en el cielo! (más risas)
Culini:
…con cuchillo y tenedor el cocodrilo (muchas más risas)

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¿Cuál es su pensamiento acerca de la naturaleza y de su destino?
Eugenio: Que es de respetar, de amar, de temer, de cuidarse y por sobre todas las cosas de preservar, para que no se nos venga encima y nos castigue.
Culini:
¡No me dejó ni una opción! (risas)
Eugenio: Es lo más grande que hay, es la cuna de todo.
Culini:
Yo, a lo que más miedo le tengo porque no se puede conocer su magnitud, es a los desastres naturales. Le tengo un respeto terrible a la naturaleza.
Eugenio: Sobre todas las cosas creo que hay que cuidarla porque la naturaleza tiende a tener un mal destino. Yo creo que todos los daños que le estamos haciendo a nuestra gran casa, el planeta Tierra, de alguna manera o de otra lo estamos viendo ya, por todos los acontecimientos, por el calentamiento global, los deshielos… fíjense todo lo que está pasando, las tormentas, el Tsunami… hay gente que muere y todo eso no es porque sí. No es que la naturaleza dijo un día: “Huy que lindo vamos a hacer huracanes, tormentas, etc…” se está pagando el precio por lo que se está destruyendo.
Culini:
“La naturaleza es sabia y el hombre no tanto”, mira que frase me eché! (risas), la patentamos? Igual no creo que la adopte nadie…

¿Qué proyectos y metas tienen en mente?
Eugenio: Mirá, proyectos concretos no tenemos, tenemos muchos ofrecimientos para hacer un montón de cosas. Cuando estás al aire, cuando estás expuesto siempre es bueno. Una idea era hacer una miniserie o hacer algo además de MDQ que es lo que amamos realmente, que nos gusta y cuidamos como nadie. Teníamos una idea de hacer una película onda MDQ, en formato cine, algo totalmente distinto a lo que se ve en este momento, utilizando, no la ficción como meta sino las realidades posibles en los viajes en vez de ir a la tribu de los Hadzsave, ponerla como parte de los guiones, como una historia que podría llegar a ser desarrollada en determinado lugar como para poder meter lugares insólitos del mundo. Acciones distintas en distintos lugares del mundo y poder hacer una especie de película, todavía no tenemos ni el guión ni una idea fija.
Culini:
También teníamos la idea que tenga partes de acción como tiene MDQ, deportes y mucho dinamismo.
Eugenio: ¿Y ustedes como lo ven?

Realmente vemos a dos personas muy simples que empezaron bien de abajo que hacen lo que les gusta y que sienten y aman su vida. Creemos que los proyectos que encaren siempre les van a ir muy bien, porque lo que ustedes hacen lo hacen con convicción, tienen personalidad, tienen corazón, son simples y sobre todo tienen mucha onda.
Chicos, que más… sigan así, hagan lo que muy pocas personas hacen en el mundo, disfrutar de las simplezas de la vida, que seguro siempre el universo va a conspirar a su favor. Los vemos el domingo a las 9 de la noche en MDQ para todo el Mundo… Chau!

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Eugenio Weinbaum
Nació el 17 de Agosto de 1961 en Mar del Plata, es creador y conductor de «MDQ para todo el Mundo», co-editor de MDQ Magazine, editor, guionista y operador de cámara acuática y conductor del circuito mundial Reef Classic desde 1996. Deportivamente, fue Campeón Argentino de surf en 1991 y organizador de viajes al exterior de equipos argentinos de surf.
Sebastián (Culini) Weinbaum
Nació el 7 de Marzo de 1973 en Mar del Plata, es co-conductor de «MDQ para todo el Mundo», guionista, editor y director de cámaras. Fue varias veces Campeón Argentino de Surf. Ha patentado la frase: “La naturaleza es sabia y el hombre no tanto”, Culini Nov. de 2005.
Herminia de Weinbaum
Nació el 24 de Enero de 1932, su principal ocupación es ser madre de 7 hijos, y cuando le queda un ratito libre se dedica a los deportes extremos… y tiene más coraje que sus hijos. Desde 2001 comenzó su participación en MDQ impidiendo siempre que Eugenio y Culini puedan cerrar el programa.

www.mdq.com