Carlos Soria ha vuelto a hacer historia al convertirse en la persona de más edad en alcanzar la cumbre del Annapurna (8.091 m). El veterano alpinista, líder de la Expedición BBVA, ha hollado la cima de la décima montaña más alta del planeta cerca de las 9.00 horas del 1 de mayo. En una dura y larga etapa final, el equipo ha cubierto en algo más de 13 horas los últimos mil metros de desnivel que les separaba del Campo 4 (7.100 m). El alpinista español de 77 años logró su duodécimo ochomil. La marcha final desde el Campo 4, situado a 7.100 m, la iniciaron sobre las 19.30 horas del día 30 de abril. Las previsiones recibidas indicaban que durante la noche pararía la nieve y quedarían nubes altas, con vientos por debajo de los 20 km/h. Los pronósticos se cumplían y la expedición vio el amanecer a las 5.20 horas. Carlos Soria y el equipo, formado por Carlos Martínez y Luis Miguel López, llegarón a la cima del Annapurna alrededor de las 9.00 horas, tras más de 13 horas de ascenso. En ese momento, Carlos Soria pasaba a la historia del alpinismo mundial al convertirse en el escalador de más edad en coronar la cima del coloso nepalí. Acompañados por su gran amigo Mikel Sherpa que también lo acompañara rumbo al Dhaulagiri (8.167 m), segundo objetivo de Carlos Soria esta temporada.
Después de haberlo intentado en 2012 y 2015, ha sido en la tercera ocasión cuando la montaña le ha permitido llegar a la cima. Si esta misma temporada lograse hollar el Dhaulagiri, solo le faltaría el Shisha Pangma para completar las míticas 14 montañas más altas del planeta. Además, Carlos Soria es el único alpinista que ha escalado 11 montañas de más de 8.000 metros después de cumplir los 60 años, y es la persona más veterana en la historia que ha ascendido con éxito al K2 (65 años), Broad Peak (68 años), Makalu (69 años), Gasherbrum I (70 años), Manaslu (71 años), Lhotse (72 años), Kanchenjunga (75 años) y Annapurna (77 años).
“Esto es verdaderamente el despertar de un sueño. Han sido unos días magníficos, una expedición larga, pero hemos sabido esperar el momento oportuno”, ha comentado Carlos al coronar el Annapurna.
La expedición al llegar al Campo Base cansados por el gran esfuerzo realizado pero felices por el logro conseguido, mientras el equipo reponía fuerzas tras unas intensas jornadas, comentaban: “Nunca nos hemos desesperado, nunca hemos gastado fuerzas inútilmente y cuando hemos tenido que ir, hemos ido”. Además, Carlos Soria ha decidido trasladarse al Campo Base del Dhaulagiri para intentar su cima a mediados de mayo. “Necesitamos unos días de descanso, pero estamos perfectamente aclimatados. La cumbre del Dhaulagiri es posible y vamos a intentarlo”, ha afirmado. “Esto es verdaderamente el despertar de un sueño. Han sido unos días magníficos, una expedición larga, pero hemos sabido esperar el momento oportuno”. “Hemos intentado hacernos amigos de ella, observarla, ver cuándo podíamos hacerlo y lo hemos hecho”. Ni las difíciles condiciones en la cumbre, peores de lo que apuntaban los pronósticos, consiguieron echar atrás a la expedición. El veterano alpinista recuerda cómo vivieron ese histórico momento: “El día de la cumbre fue muy frío. La sensación en muchos momentos del día era de muchísimo frío y con el viento a 60 km/h. Pero ha sido magnífico, absolutamente magnífico”.
Crónica de una gesta histórica el ataque definitivo a la cumbre se inició el día 30 desde el Campo 4 (7.100 m) cuando ya era de noche. A pesar de que estaba nevando, Carlos Soria y el equipo confiaron en los partes meteorológicos que decían que pararía de nevar al amanecer. Cerca de 14 horas de ascenso hasta alcanzar lo más alto del Annapurna en un recorrido menos peligroso que en otras ocasiones pero de un alto nivel técnico por la gran cantidad de hielo. A las 10.00 hora local, la Expedición llegaba a la cumbre. La cima les recibía con mucho viento y una sensación térmica de -50º C. Tras unos minutos, iniciaron el descenso hasta el Campo 4, que completaron en 9 horas, un total de 23 horas de jornada desde que iniciaron el ataque. Carlos Soria y sus compañeros descansaron unas horas en el Campo 4 y emprendieron el descenso. Completaron la gesta hasta el Campo Base (4.200 m) en 20 horas, con un tramo muy complicado técnicamente entre el Campo 3 (6.700 m) y el Campo 2 (5.700 m), en el que tuvieron que rapelar en una pared vertical de hielo.